lunes, octubre 09, 2006

3demonios

Este blog tuvo en su momento su propósito.
Sin embargo mi principal cuaderno de notas es y será mi sitio de 3demonios Enjaulados

Por favor, visítenme allá.
Todos estos retazos ya fueron mudados a su lugar.

viernes, septiembre 23, 2005

Soul in a box

Cuando nací era pequeña...
Me encontraba sumergida en un espacio sólo mío. Encerrada en el plano de la soledad.

Ahí no importaba si gritaba, porque nunca nadie se quejaba del ruido en la vida de al lado.

...

Hoy las cosas son distintas.
El mundo está tan lleno de gente y toda ella desea desesperadamente no pasar desapercibida, que el mundo se ha convertido a mis ojos en un inmenso circo en donde cada quien representa un papel.

Hay tiranos e inocentes, pero todos disfrazados. Ocultando intenciones malintencionadas, en la oscura esperanza de aferrarse a algo.

Yo me encuentro en una caja.
Me protejo de las esperanzas humanas.
Creo a veces ser tan receptiva que fácilmente se me contagian la tristeza y lágrimas.

Me protejo en una caja de las tristezas humanas. Me quema el contacto de la piel y vivo apartada del mundo en una simbiosis no admitida...
Sólo espero el momento de apartarme del mundo y encontrarme nuevamente en una caja donde finalmente ser libre.

La libertad y la soledad se parecen tanto.

miércoles, agosto 11, 2004

Par de Ojos no era una niña común y corriente. Era tal vez lo más cercano a algo real en kilómetros a la redonda y aunque tenía ojos que miraban el mundo, esos mismos ojos eran su más grande maldición.

Ella no quería ver nada.

Le dolía tanto verse atrapada en el circo, que pasaba la mayor parte del tiempo durmiendo y reparando heridas. Al principio pensó que el acto del corazón era una buena idea, que el Espectador reaccionaría de alguna forma y despertaría... que finalmente despertaría de ese letargo idiota. Pero semanas pasaban y él seguía sentado mirando, mirando ausente lo que sucedía en la pista.

Al principio Par de Ojos pensó que sería sencillo, que tan sólo necesitaba tiempo para despertarlo, mas con el tiempo se fué dando cuenta de que era algo más lo que hacía falta. Poco a poco iba perdiendo la memoria de cómo había llegado a este lugar y así mismo iba perdiendo la noción de por qué era tan necesario despertar.

En los momentos en que despertaba y comenzaba a mirar detenidamente sus manos, sus pies, sus heridas y su carretilla, abrazaba fuertemente al Oso de Felpa esperando tal vez poder introducirse entre sus pelos y yacer ahí. Dormir eternamente calientita, mucho mas que con el raído, sucio y apestoso saco que había encontrado y que había encontrado la forma de marcarlo y junto con el Oso de Felpa era lo único que le pertenecía. Eso y sus heridas, porque incluso sus recuerdos se iban perdiendo.

Tan sólo debía despertar.
Era lo que podía recordar y a eso se aferraba.
Despertar al Espectador.

sábado, julio 10, 2004

Me siento solo

En un rincon... al lado de una carreta un oso de felpa lloraba.

No se como, pero lloraba. Amargamente y pensando en lo mucho que queria salir de ahi. Pensaba en las estupideces del mundo y no podia cerrar el llanto, tan quedito que derramaba una lagrima con cada respiro y respiraba muy despacio. Despacito en un rincon, tratando de que no lo encontraran, de desaparecer, de hacer chiquito y pequeño para que nadie pudiera tocarle. De repente habia sentido que cualquier cosa podria dañarle. Muchas veces habia costurado heridas y el mismo se las habia infringido para curarlas y ahora tan solo podia llorar. Lloraba quedito para no despertar a Par de Ojos que ahora dormia tranquilamente, pesadamente, cansinamente tapada tan solo con un saco vacio que habia encontrado en el estercolero.

De repente se sintio en un embudo y se dio cuenta viendo a las niñas que pasaban por el circo que no era correcto asi como existia, que el Oso de Felpa no daba la vida por las niñas, que las niñas abrazaban cariñosamente al Oso de Felpa, que dormian con el, que le ponian lazos en las orejas y le contaban cuentos por las noches... y el de repente sentia mucho frio. Tenia la extraña necesidad de saber "que seria si...".

De repente se sentia tan solo... de repente queria escuchar a alguien... de repente queria sentirse abrazado fuerte, fuerte, fuerte... de esos enormes abrazos que te quitan el aliento y que te devuelven el alma al cuerpo, que retienen tantas cosas en tan poco tiempo. De esos abrazos de los que te quejas despues porque de tan fuertes dejan dolores, pero son dolores que marcan y que luego de un tiempo extrañas...

De repente Oso de Felpa se vio llorando quedito en el rincon de la carreta, queriendo que Par de Ojos fuera mas fuerte, que le acunara y arrullara... que le durmiera quedito y espantara los Terrores Nocturnos.

Pero los Terrores Nocturnos no se fueron, y Par de Ojos estaba dormida.

jueves, junio 10, 2004

La chica del fistón

Rícamente vestida y con ojos color de nada, acompañando la mirada en una bruma lejana, aparece La del Fistón, con movimientos nebulosos, envueltos en el mistiscismo de su mismísima mirada. La piel, blanca, mortecina, casi casi morada debido a la transparencia de papel con que cubre sus venas... y sus pequeños pies desnudos lastimándose con la tosquedad del piso.

Espectador lentamente vá levantando la vista y lo mismo que el hombre de levita la mira lascivamente. Ella vá transformándose en lo que ambos más desean, poco a poco ella se va convirtiendo en deseo, en ese deseo lejano e intocable que mueve las tripas y las aprieta hasta tironear en vuelcos de corazón y enamoramientos profundos. Mas sus efectos sólo duran una función.

Si la miras fijamente sus ojos van cambiando de forma, pero siguen sin tener color. Cuando te mira parecerá que es tu madre quien te arrulla y te ofrece el pecho, es la remembranza de la leche, de un tiempo desvivido y dicterioso en la que te veías inutil y aprendiste a depender de ella. La boca sin embargo no era de labios delgados, apretados y frígidos, y la visión de unos labios gruesos y abultados salí­a sobrando, los de ella teí­an la forma de un corazón, de esos que siguen manteniendo su forma durante el fellatio más profundo. Aquellos labios se verán preciosos incluso engarzados en las arcadas de un vómito nauseabundo y te provocara meterlo más fuerte, mas dentro... para borrar esa sonrisa que te recordaba a la de tu hermana y que producí­a un complejo catatónico entre el gozo y la excomunión.

La chica del fistón no hacía nada.

Y es que chicas como ellas no saben hacer otra cosa mas que ser camaléonicas y ser lo que su interlocutor desea. Es de esas chicas que se llaman Deseo, de esas que exhudan Deseo, de esas que cagan Deseo.

Después de todo ella hací­a algo... desaparecía para darle lugar a la imagen que alguien mas habí­a creado, pero con cada función se iba desvaneciendo un poco mas... se volví­a nada mientras alguien más la deseaba.

martes, junio 01, 2004

Los cuatro payasos

Se escucharon nuevamente las fanfarrias, y cuatro payasos vestidos igualmente como payasos salieron con una carretilla y en ella rápidamente hicieron desaparecer a Par de ojos y su oso de felpa. Dedicaron unos minutos a cabriolas y ruedas de carro enseñando los dientes cariosos y apestando a rayos y establos.

Levantaron la lona manchada de sangre y fué aventada sobre la misma carretilla.

El hombre de la levita hizo su aparición y con un par de ojos surcados por ojeras de cuatro centímetros mira fúnebremente a la "multitud". Después de unos años esta "multitud" había ido reduciéndose y en algunas ocasiones los mismos actores debían colocarse en las gradas y aplaudir porque la misma "multitud" también se iba haciendo paulatinamente mas pasiva.

Era como si no esperasen nada, como si fueran observadores lacónicos - un par de estátuas cagadas por palomas tendrían algo mas de gracia - era el rumor extendido que solían repetir tras cada función el circo entero.

...

Mientras tanto cuatro payasos vestidos de payasos seguían arrastrando una carretilla que terminaron por abandonar en el mismo rincón de siempre, entre los vagones y los tenderos de ropa que solían poner para ir lavando la función del día siguiente. Los apestosos y deslustrados trajes se exhibian llenos de parches y la gorda de la barba insultaba en viva voz

- ¡Ya me vinieron a botar a la pinche esta! ¡Ya les dije que yo no voy a andar limpiando sus porquerías! - Y en la carretilla se revolvían las formas mientras buscaban calor.

La misma gorda seguía recolectando enormes calzones del tendedero, algunos agujereados, otros tantos con remiendos en resortes y estirados hasta crear bolsas que colgaban como si tuviera algo pesado en el culo. Sin embargo los seguía usando porque para ella la importancia no estaba en la apariencia, sino en la comodidad del espectáculo - Y hay que decir que los calzones buenos no son baratos. Se la podía ver por las noches luciendo sus carnes ante el espejo, mientras fumaba unos cigarros de mierda y se retocaba la barba y rascaba el pelo de las axilas.

Los payasos mientras tanto habían vuelto a la pista y mientras el hombre de la levita continuaba con su infinito "Choro" dos de ellos terminaban de armar el siguiente escenario mientras que los dos restantes continuaban imitando el infantil ingenio de los locos y como payasos locos actuaban alrededor de la pista, siempre a metro y medio de distancia del orador. Nadie quería enfurecer al hombre de la levita.

Acabado el discurso y encumbrando una ceja volvió a ver el telón mientras presentaba a la ¡Chica del fistón!...

viernes, mayo 28, 2004

Par de ojos y Oso de felpa.

Las fanfarrias no se hacen esperar y desde la parte más pequeña del telón se asoman un par de ojos. Que no son cualquier Par de ojos. Sostienen un oso de felpa cual si sostuvieran el alma entre sus dedos, y el mísero oso intenta esconder sin triunfo un botón casi desprendido que simula ser su ojo derecho. Las costuras de su vientre son toscas y repasadas constantemente, debido a los múltiples intentos de que el relleno no caiga al piso y continúe engordando el deforme vientre que sigue en las manos de Par de ojos.

Lentamente la niña sale y se coloca tímidamente bajo las luces mientras cuenta su estúpida historia mientras los interlocutores bostezan.

- Buenas tardes estimado público - va recitando la niña como pregonera de mercado - vine aquí a mostrarles el más espectacular acto que esta pequeña niña puede presentarles.

El espectador bosteza, preocupado más por la hora mientras no siente nada e intenta infructuósamente cambiar de canal, acostumbrado a como está a sentarse en calzoncillos frente al televisor bebiendo cerveza mientras mira lujuriosamente a la chacha que prepara la cocina rápidamente en espera de irse a atender a su marido, ya que no quiere ganarse la paliza de esta noche... pero nos hemos desviado.

- Déjenme decirles, Señoras y Señores, que lo que yo vengo a mostrarles no lo encuentra en cualquier lado. Mi acto es el más raro en esta parte del mundo y aunque hace muchos años tal vez lo que yo traigo no tenía ninguna importancia, el día de hoy es difícil de encontrar incluso en el lugar mas lejano.

Par de ojos tiene la estatura de cualquier niña de 5 años que ha aprendido demasiado temprano que el hombre no es humano. Tiene marcado el rostro con demasiado maquillaje que mas que ayudar en su apariencia no hacen sino acercarla mas a la boba imagen de la muñeca fea. Un vestido de quinta mano que ha pasado desde la hija del dueño del circo, a las hijas de los payasos que ahora son propiamente las malabaristas y la tragafuegos del lugar es ahora su único atuendo. Un par de zapatos negros demasiado remendados y con las suelas mordiendo el polvo son su única pertenencia antes de llegar.

- Si me prestan un poco de atención podrán ser los primero en ver algo que ya casi dejaba de existir.

Es en ese momento en que Par de ojos comienza a desabrocharse los botones de su vestido, dejándo su plano pecho al desnudo. Mete su manita, llena de mugre y polvo de cientos de pueblos dentro del pecho y con una mueca de dolor se saca del pecho el corazón para enseñárselo al Espectador.

Espectador sigue bostezando mientras la sangre del corazón va derramándose en pequeñas gotas sobre la sucia carpa que sirve de centro de pista.

Acto seguido Par de ojos se desmaya y el pequeño Oso de felpa saca de su vientre una aguja oxidada y devolviendo el corazón a la pequeña jala otro hilo de su desmadejada costura y remienda nuevamente el pequeño pecho con todo el amor del que un Oso de felpa puede ser capaz.

Comenzamos el circo que es este blog.

Miro a un lado, luego miro al otro lado.
- ¿Hay alguien ahí?

Esto es un grito desesperado - que no el de Cuahutemoc - por encontrar el sustento diario.
Existe el mundo, me pregunto.

- No, el mundo no existe. Tal como es no existe. El mundo es un espejismo creado en tu cabeza constantemente antes del crepúsculo. Reinventado mientras el palco permanece vacío y el payaso de la función continúa lanzándose pasteles al rostro en espera de la carcajada.

No, el mundo no existe.
El hombre de la levita vuelve al centro de la pista y anuncia un nuevo acto.